EPISODIO #010. CONFESIONES DE MENTES CREATIVAS: DISEÑADORA, MAMÁ Y LÍDER - UN NUEVO NIVEL DE MULTITASKING (+ Miriam Ribas)

  • Si hablamos de trabajar por nuestra cuenta, el multitasking está implícito en ese acuerdo inicial que hacemos con nosotros mismos.

    Equilibrar diseño, negocios y vida personal ya es todo un desafío en sí mismo, pero hoy en “Confesiones de Mentes Creativas” queremos meternos en un nivel de multitasking un poco más avanzado. Es el momento en el que adoptamos un rol más que lo cambia todo: el de ser madre.

  • Nuestra invitada de hoy es Miriam Ribas, fundadora de Coterie Studio, un estudio de Branding, Diseño Web y Gestión de Redes Sociales con más de 7 años de experiencia situado en Barcelona. Miriam fundí su estudio cuando trabajaba en una empresa 40 horas semanales y lo dejó todo para irse a vivir por el mundo como nómada digital. Vivió en Nueva York y en Bali gracias a su estudio.

    Al regresar a Barcelona quiso establecer su espacio físico y empezar a crecer pudiendo abarcar más clientes a través del crecimiento de su equipo.

    Desde su estudio han trabajado, durante los últimos 7 años, en crear y elevar más de 250 marcas diferentes.

    INSTAGRAM | WEB

  • 00:32 | De nómada digital a estudio propio
    - La libertad de viajar
    - Decidir crecer

    02:21 | Expectativa - Realidad
    - Maternidad y trabajo
    - Encontrar el equilibrio
    - Perder el control de la rutina
    - Planificar la pausa
    - Ser autónoma

    08:42 | Lidiar con la autoexigencia
    - La responsabilidad de trabajar por nuestra cuenta
    - El trabajo flexible

    11:21 | Negocio en crecimiento
    - Liderar un equipo
    - Procesos de trabajo
    - Crecimiento y cambios
    - Asumir riesgos

    16:38 | Lo mejor de ser diseñadora, mamá y líder
    - Satisfacciones y recompensas
    - Cambio de prioridades
    - Adaptación
    - La importancia de recibir apoyo

    20:42 | La maternidad de hoy
    - El título de madre
    - La madre perfecta de las redes
    - Lo que vemos alrededor
    - Aprendizaje continuo

    25:25 | La vuelta al trabajo
    - Volver de a poco
    - Estar en nuestro negocio

    27:44 | El valor de lo que creamos
    - Los proyectos que no queremos dejar morir
    - El futuro personal y laboral
    - Organización
    - La importancia de lo que hacemos

    37:08 | La maternidad real
    - Tiempo de calidad
    - Maternidad y trabajo
    - Una montaña de responsabilidades
    - Bajar las exigencias

TRANSCRIPCIÓN

00:32 | De nómada digital a estudio propio

[Flor]
Nuestra invitada de hoy es Miriam Ribas, fundadora de Coterie Studio, un estudio de branding, diseño web y gestión de redes sociales con más de siete años de experiencia situado en Barcelona.

Miriam fundó su estudio cuando trabajaba en una empresa 40 horas semanales y lo dejó todo para irse a vivir por el mundo como nómada digital. Vivió en Nueva York y en Bali, gracias a su estudio y, al regresar a Barcelona, quiso establecer su espacio físico y empezar a crecer pudiendo abarcar más clientes a través del crecimiento de su equipo.

Desde su estudio, han trabajado durante los últimos siete años en crear y elevar más de 250 marcas diferentes. Bueno. Y además, Miriam fue madre hace cinco meses. Así que por eso la invitamos a hablar sobre tener un negocio y maternidad.

[Anto]
¿Cómo estás, Miriam?

[Miriam]
Hola, chicas, encantadísima de estar aquí con vosotras.

[Flor]
Me encanta que te tenemos acá y pasaste de nómada digital a tener tu estudio y al siguiente nivel de asentarte que es tener a tu hija ahora. ¡Es un montón!

[Miriam]
La verdad es que la cosa ha cambiado bastante. La verdad es que sí, al principio, cuando dejé el trabajo al fundar el estudio, trabajaba yo sola freelance, así desde casa y decidí con mi marido irnos a vivir fuera.

Estuvimos unos meses en Bali, unos meses en Nueva York. Cuando la pandemia tuvimos que volver y ya nos vimos un poco aquí, como que ya la pandemia iba para largo y no iba a ser cosa rápida poder volver a irnos. Así que ya decidí crecer en equipo, era como el siguiente paso. Si no podía irme, pues el siguiente paso era crecer. Tener equipo, tener un estudio físico, tener como poder poder abarcar a clientes un poquito más grandes.


02:21 | Expectativa - Realidad

[Anto]
Y cuando iniciaste de forma independiente, que obviamente, estaba en los planes viajar y eso ayuda muchísimo, ser independiente y los viajes, pero en ese momento, ¿tenías planes ya de ser madre? ¿Y pensabas que era más fácil o más difícil si trabajabas de forma independiente?

[Miriam]
Siempre le veo las cosas buenas. Lo veo más fácil en el sentido de que no me tengo que separar porque sí o si un día está mala, yo puedo estar con ella. No me he perdido ningún día ir al médico. Para mí son cosas importantes.

Por otro lado, bueno, a veces es un poco locura compaginarlo todo. Pues tiene de todo, pero la verdad es que le veo más lo bueno que lo negativo.

[Anto]
Sí, a mí me pasó eso también, por eso te preguntaba. Uno de las propósitos por los que me lancé de forma independiente fue porque a futuro yo quiero formar una familia y quiero poder lograr un equilibrio. Lo que sucedió a veces es esa sorpresa de decir "no es tan fácil el equilibrio". ¿No te pasó?

[Miriam]
No era el equilibrio que yo tenía en mente. Yo pensaba que sería un equilibrio un poco más ordenado. Y ahora mismo es un equilibrio un poco... Que igual son las 11 de la noche y estás trabajando, pero ella está durmiendo. Así que puedo montármelo así. Yo estoy tranquila. No es bien bien lo que yo tenía mente, pero bueno, sí, supongo que llegará cuando sea un poquito mayor también.

[Flor]
Entonces confirmamos que a las tres nos pasó.

[Anto]
Sí, creo que lo más difícil y lo que más me sorprendió a mí es lo rápido que van cambiando las rutinas. Como de un mes para otro de repente dejan una siesta y al mes siguiente te acomodaste y volvió a cambiar la rutina. Y voy a cambiar la rutina. Y a veces cuando veo madres que ya están mucho más equilibradas en esto de trabajo de forma independiente, los hijos son más grandes. Como que siento que hay un equilibrio más en la rutina, no algo más constante.

[Miriam]
Sí, yo creo, tengo la esperanza de que cuando empiece el colegio, ya como que ella tiene un horario y yo también, y eso se era diferente, no? Pero ahora con cinco meses, es muy pequeña para ir a la guardería, pero ya empieza a no querer... porque hasta los tres meses, me la traje cada día al estudio en la mochilita y dormía todo el día y yo trabajaba así con normalidad.

Pero claro. Luego ya ni siesta y cuando está que quiere fiesta quiere que alguien le hable. Si no estoy yo, está una de las chicas jugando con ella. Entonces ya empieza a hacer más niña.

[Anto]
Sí, suele pasar eso. Cuando son chiquititos nos enfrentamos más. Por eso nos gustaba tenerte acá como invitada, porque siento que los primeros meses son los más difíciles, los más inciertos y los que más tenemos esto de que nos imaginábamos una cosa y después hay que acomodarse a lo que realmente terminó siendo. Nosotros podemos imaginarnos, podemos planear, pero después hay otra realidad. Que igual está bueno organizar, no digo que no. Por eso ahora mi pregunta va hacia hacia la organización previa, cuando estabas en el embarazo y cómo organizaste tu baja de maternidad?

¿Cuánto ibas a estar trabajando? Y está esto: ¿Cuánto podemos organizar y cuánto después hay que organizar con lo que hay del día?

[Miriam]
Mira, yo cuando me enteré que estaba embarazada, amplié equipo, cogí a dos personas más: y mi objetivo era hacer mi baja. No quería hacer cuatro meses. "Por lo menos dos meses, yo voy a hacer de baja y voy a estar tranquila con mi niña en casa". Además, por si se complicaba algo, porque tenía otras amigas que habían tenido bebés antes y me avisaron: "Oye, esto no siempre sale todo perfecto y te encuentras bien a los cinco días. Pues igual necesitas más tiempo".

Bueno, okey, entonces yo me planeé todo así. Esto fue, pues, el año anterior y cuando ya estaba como casi a punto de dar a luz, los meses antes fueron una locura, un boom de trabajo. En el estudio este año se ha multiplicado por cuatro el volumen de trabajo que hemos tenido y la facturación. Ha sido una locura de año.

Y claro, vi que era mayo, que yo ya iba a dar a luz y que no podía faltar dos meses. Era imposible porque aunque tengo equipo y las chicas, por suerte, son mi salvación, porque realmente nos entendemos super bien. Llevan mucho tiempo ya conmigo. Entonces, saben perfectamente cómo quiero las cosas, cómo tenemos que hacerlo, y la verdad es que la hacen genial.

Pero tengo que estar porque es que al final soy la que hace las ventas, la que se reúne con los clientes y la que hace facturación, yo que sé, mil cosas que ya sabéis que tiene un negocio, que no es solo diseñar y hacer cosas bonitas. Hay que hacer muchas cosas detrás. Entonces, vi que era inviable, hice dos semanas de baja y ya está. Y volví. No, no pude hacer mucho más.

También es verdad que tuve mucha suerte de tener una bebé que dormía muy bien y que le gustaba mucho estar en la mochilita, entonces yo venía con ella, trabajaba, me iba a casa que dormía una siesta.

Si que es verdad que hubo momentos en los que me he sentido... Ahora lo explico así porque es así. Pero hubo un momentos muy duros porque yo me quedé embarazada justo con dos amigas a la vez. Ellas dos tienen un trabajo por cuenta ajena, con lo cual han tenido sus cuatro meses de baja, más mes de lactancia. Bueno, aquí hacemos así: cuatro meses de baja, más uno de lactancia, más vacaciones y no sé qué te puedes juntar que dejas al bebé con casi seis meses.

Y claro, yo me sentía como entre culpable y mal de decir: "es que yo no estoy disfrutando de eso", que yo me había imaginado toda la vida cuando sea madre, que bonito vivir esos meses y no hubo esos meses. De hecho, el día antes de dar a luz, yo trabajé de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Salí del estudio a las ocho de la tarde. Al día siguiente que me puse de parto a las seis de la mañana, le dije a mi marido, es que tengo que ir a contestar unos emails y estaba con contracciones y poniéndome el pantalón. No, no, no puedo. Vámonos al hospital, pero yo quería venir un momento a contestar emails para que no se me acumulara con mi obsesión de dejarlo todo listo.


00:00 | Lidiar con la autoexigencia

[Flor]
Es que trabajar por nuestra cuenta tiene ciertos beneficios, pero también tiene todo este lado de que hay mucha más responsabilidad, y dejar todo acomodado cuesta mucho más. No es que uno se toma vacaciones y la empresa grande sigue funcionando. Como que hay muchas tareas que por ahí pasan por nosotras y eso es un montón. Y además te agarra como en un estado... Bueno, depende de como atraviesa cada uno el posparto, como que uno no sabe cómo va a estar anímicamente después y planifica a partir de eso.

Sin saber cómo va a estar una y sin saber cómo va a ser el bebé y cómo va a ser la relación con el bebé. Eso ya es un montón.

¿Cómo te afecto esto de del trabajo y la flexibilidad? No sé cómo era tu estructura de cuántas horas trabajabas antes, como era tu rutina laboral antes y como es ahora antes.

[Miriam]
Trabajaba 8/ 10 horas. La verdad es que, como el estudio siempre ha ido creciendo mucho, siempre he trabajado muchas horas. 8/10 era lo mínimo. Ahora son más 7 que 10, pero sí que mínimo necesito estas siete porque si no, no avanzamos todo lo que tengo que avanzar. Pero sí que es verdad que he cambiado un poco en sistemas.

Pues, por ejemplo, yo antes daba fecha de entrega de este logotipo va a ser el viernes es 15. Bueno, pues ahora te digo la semana que viene y principios de la siguiente. Porque pueden salir tantos imprevistos en medio. Puede ser que un día me despierte, como ya me pasó, y mi hija tenía conjuntivitis en un ojo que la noche anterior no estaba.

¿De dónde ha salido eso? Ir al médico la mañana. No puedes decir, bueno, ya iremos por la tarde. No, entonces no puedo comprometerme a esa mañana tener que entregar eso. Entonces, intento ser mucho más flexible en esto y también como más flexible conmigo misma. Yo antes me hacía unos unos días muy bestias y me ponía: hacer este logo, programar esta web, enviar la dirección creativa de esto, hacer esta sesión de fotos, y me hacía como cinco o seis tareas grandes al día más las chiquititas, que hay contestar mails y no se qué. Ahora yo me las pongo, pero si no se hacen, digo, bueno, no pasa nada, mañana será.

Y he bajado un poco esta exigencia que tenía conmigo misma. Y digo, mira, si no estamos en un punto de crecimiento, por lo menos mantenernos. Pero bueno, realmente es que este año ha sido de muchísimo crecimiento, que es que además han juntado como las dos cosas, ¿no? El tener que estar un poquito más ausente, y además que el estudio haya crecido mucho con lo que todavía estoy gestionando el equipo, a ver cómo nos podemos apañar bien para cubrir todo esto.


11:21 | Negocio en crecimiento

[Anto]
Claro, porque hay que sostener esas personas que ingresan nuevas. Siempre termina siendo cada uno que ingresa... es un sistema en el que tenés que ver cómo delegarle esas tareas, cómo explicarle, que continúen con tu diferencial de tu estudio. Entonces hay toda una preparación para cada persona que entra en el estudio y que se mantenga toda una estructura no es tan fácil como decir: "ah, bueno, el estudio creció a dos personas más". Hay todo un trabajo detrás para eso y a veces no es el momento de un día, de darle una bienvenida y ya. A veces son meses de entrenar a esa persona, sobre todo cuando es diseño, no es tan matemático el enseñarle qué tiene que hacer. Seguro, yo tengo cierto proceso que tendrás vos en tu estudio diferente. Entonces, tenés que ir entrenando esa persona. Es bastante detrás.

[Miriam]
Sí, sí. Además, el otro día, lo hablaba en un mastermind con una compañera que me decía, ella tiene todos los procesos de su empresa súper bien estructurados. Ella tiene escrito todos los procesos para hacer cada cosa.

Claro, yo, el estudio, hizo este crecimiento de golpe este año sin yo darme cuenta, o sea, me vino como de golpe. No tuve tiempo de hacer procesos, fue como ¿procesos qué? Esto es a la guerra. O sea, después de esto va esto y se lo iba diciendo e íbamos como todo de voz, porque no tuvimos tiempo de plasmar unos procesos, ¿sabes? Ahora ya todas tenemos nuestros procesos en la cabeza y estamos organizadas.

Ya no necesitamos hacer ese word, pero nos hubiera venido muy bien tener ese "paso uno, paso dos" que nunca llegué a hacer porque al final vamos, siempre vamos corriendo que, bueno, por lo menos en mi caso, nunca.

[Anto]
Es que es muy difícil. Más cuando son estudios que van creciendo mucho así. De hecho, lo dicen en las startups que crecen tan rápido, nunca llega uno a adaptarse a un proceso que ya se está creando otro proceso y a veces, por ahí, es una pérdida de tiempo en estar plasmando, creo yo. Mientras lo sepa el equipo, mientras se lo haya aprendido el equipo, ya habrá tiempo para estar plasmándolo en papel o en herramientas.

[Miriam]
Exacto. Ahora también es verdad que se agradece un montón cuando llevas tiempo con el mismo equipo. Y ya pues, igual llega un mensaje o están haciendo algo y me dicen "Miriam, ¿esto así? Ya sé que no te gusta, pero tengo que hacer así". Bueno, pues esto lo valoro un montón porque ya sabes lo que me va a gustar, lo que no.

Y eso sí que al final es como ahora puedo delegar muy tranquila y decir a los clientes: "Mira, reúnete con Marta, que es como estar reunida conmigo", que además trabajamos todas en la misma mesa. O sea, y yo estoy escuchando la reunión de ella, la de ella, y estoy un poco a todo. Pero claro, no puedes estar en todos los proyectos diseñando porque si no, no progresaríamos. Pero puedo delegarlo muy tranquila ya porque ya me conocen perfectamente. Y yo a ellas.

[Anto]
Qué bien, qué bueno. Eso es lo que me encanta de tenerte en este episodio. Porque a diferencia, quizás mío y de Flor, no tuvimos un equipo.

Bueno, yo ya tenía un asistente así. Pero la verdad es que cuando quedé embarazada, fui bajando el nivel de trabajo y quedé yo sola. Entonces, fue mucho más difícil para mí reincorporarme. Creo que fue súper importante para vos haber tenido ese equipo. En ese momento clave, haber creado este equipo y haber tomado gente en cuanto viste el crecimiento para apoyarte y poder continuar y que prácticamente, como vos decías, por ahí no hubo un crecimiento en este periodo, pero se mantuvo el estudio.

[Miriam]
Exacto. Sí, sí, sí, total. Y además lo ha habido sea, es que mi intención de hecho era que no hubiera ese crecimiento, sino poder seguir con los proyectos que teníamos y ya, estar un poco tranquilas todas. Pero no, no fue posible, por suerte. Es que no me puedo quejar. Por suerte, no fue posible.

[Flor]
También está buena la decisión de decir: "bueno, no tenía planeado este crecimiento, pero vamos a meternos" y encima en el medio de toda esta situación de ir acomodándote en tu vida personal también.

Es también una decisión decir, "bueno, llega esto que no tenía planificado, pero voy a hacer lo posible para hacerlo".

[Anto]
Sí, tomaste una decisión, un riesgo, pero bueno, también tenías una base con un estudio ya de unos años. Ya viste la ola y ya sabías que este crecimiento como iba a ser. Que si te subías, había un riesgo, pero también iba a haber un crecimiento.

[Miriam]
También es verdad que yo fui ampliando equipo, viendo todos los proyectos que ya tenía cerrados. O sea, de alguna forma, ese riesgo estaba, pero si no hubiera seguido el crecimiento, por lo que sea, o yo me hubiera encontrado más, no sé... Siempre estaba tiempo de pararlo. Al final, el equipo tanto crece como decrece y estaba tiempo de pararlo si no seguían entrando proyectos y ya está y seguir así. Pero bueno, por suerte, fue así y seguimos todas.


16:38 | Lo mejor de ser diseñadora, mamá y líder

[Anto]
Y hablando ahora de tu situación actual, ¿Cuáles crees que son las recompensas y satisfacciones, como hablamos en un principio, de ser madre trabajando de esta forma? Que un poco lo mencionabas al principio comparando con tus amigas.

[Miriam]
Lo bueno, sobre todo eso, no tener que dar explicaciones nunca a nadie si llego tarde porque la niña sigue durmiendo. Igual son las nueve de la mañana y está durmiendo. Bueno, yo estoy en casa, no pasa nada. Llego a las nueve y cuarto ese día, llego a las nueve y media. Nadie me va a preguntar por qué no estoy. A no ser que tenga una reunión o algo que también las tengo.

Luego que si un día está mala, puedo estar con ella, puedo adaptarme muchísimo más. Si a veces, son las 10 de la mañana que representa que tendría que estar trabajando o en mi mente anterior, hubiera estado trabajando super concentrada, y a las 10 de la mañana estoy intentando dormirla por aquí, por el estudio, dando vueltas con ella para que se duerma y dándole el biberón. Y en cambio, luego son las nueve de la noche, que representa, que tendría que estar ya cenando en mi casa. Y estoy en mi casa, pero con el ordenador, porque ella está durmiendo y estoy aprovechando para acabar de hacer no sé qué y que mañana esto se envíe. O a veces por las noches, me ha pasado, pues quedarme trabajando por la noche porque es el rato que ella duerme y yo ese día no he podido trabajar bien.

Pues también es verdad que ahora con la edad que tiene ahora, y tengo que ser sincera, vienen mi suegra y mi madre, por las mañanas se la llevan porque si no esto sería inviable.

[Anto]
Sí, el apoyo siempre externo y de las familias ayuda muchísimo. Yo también tuve los primeros meses, primero a mi mamá y después a mi suegra acá mismo y eso ayuda un montón, siempre tener una mano. Creo que una vez lo leí, detrás de una madre trabajadora independiente, algo así, está la pareja o la mamá o la suegra, siempre hay otra mano ayudando, obviamente. Si no, no sería posible.

Creo que eso es una cosa que a veces es difícil y que, de ambas formas, trabajando bajo dependencia o trabajando de forma independiente, el soltar y delegar es una de las cosas que es más difícil. Queremos abarcar todo, al final hay que entender que si queremos el bien de todo, vamos a necesitar pedir ayuda.


19:07 | La incertidumbre diaria

[Anto]
Mencionabas esto de la rutina. ¿Te fue difícil a veces decir: "antes yo en este horario de las 10 de la mañana estaba trabajando" o a veces la incertidumbre de "espero poder sentarme a trabajar a la noche"?

[Miriam]
Sí, sí que me es difícil, sí. Y muchas veces, veo que el día no he hecho todo lo que tenía que hacer. Y digo, venga, va. Pues esta noche, trabajo. Y a las nueve de la noche se duerme ella y a las nueve y cinco me he dormido yo, sin querer. Me levanto a las 12 y digo "no, no hay trabajado". Y digo, "bueno, pues al día siguiente será". Es que, al final, por eso decía, estoy como muy flexible, porque, si no, me estaría castigando todo el día por no llegar a hacer todo lo que me debería dar el día. Hay días que dan y hay días que no dan.

[Anto]
Sí, creo que es la maldición de todos lo que pasamos por esto, ese punto en el que antes teníamos tanto control sobre nuestro tiempo y, como mucho pasaba eso, yo también era un poco flexible en las entregas por si no llegaba la creatividad. Pero al final, dependía siempre de cómo me sentaba yo en la computadora a trabajar y no había algo externo, salvo que sea algo que sea algo muy grande, pero no había nada externo que impida que yo me siente a trabajar. Y claro, después ya, sí. Es una personita que depende de vos. Entonces, aflojar y entender que las prioridades cambiaron y no se tiene tan cierto ese tiempo como lo teníamos antes. Creo que eso es algo difícil.

[Miriam]
Claro. Sí, sí, total.


20:42 | La maternidad de hoy

[Flor]
Sí, pero además de las exigencias laborales, empezamos a sumar las exigencias de la misma de la maternidad. No sé si les pasó, pero también hay mucho, ahora con esto de que nos informamos un montón, somos gente como que se prepara mucho antes para para ser madre. Como si tuvieras que hacerte el título de madre y te informas sobre alimentación y todo, que por ahí antes no se hacía tanto de la manera en la que lo hacemos ahora que hacemos cursos de alimentación, el curso de sueño, cualquier cosa y además leer libros y todo. ¿Cómo manejaste esa exigencia de la maternidad más allá de de lo laboral?

[Miriam]
Mal, muy mal.

[Anto]
No iba responder bien. No iba a responder bien a eso.

[Miriam]
No era posible, no. Mal, porque siempre sientes que podrías estar haciendo algo más. Yo me siento muchas veces como "no la estoy estimulando suficiente". No pasa suficientes horas jugando. Veo en TikTok que a otros niños les ponen globos en las manos. Digo, no lo he hecho con mi hija. No le he puesto globos en las manos para que ella se estimule. O sea, al final, ves como tantas cosas, porque estamos todo el día expuestas y mi TikTok es todo mamis y bebés, y qué hacer con bebés y qué darle de comer y cuándo y cómo dormir, y sientes que no lo estás haciendo bien porque la otra mami ha colgado su rutina de la mañana, que se ha levantado, que ha cogido al bebé, que lo ha cambiado, han jugado cinco minutos, y yo no he jugado esta mañana y la he dejado ya con mi madre o con mi suegra. No me da, no me da.

[Flor]
Listo, nos pasa todas.

[Miriam]
TikTok hace mucho daño.

[Flor]
Pero a mí me pasa igual. Me pasa algo, que cuando veo en redes, por ahí digo "ay, no, no hice esto y no hice lo otro". Y lo que sea.

Y yo por ahí, soy muy firme con el tema de la alimentación. Entonces, a mi familia a veces le marco demasiado. Y yo estoy viviendo en Málaga, vinieron ellos de argentina y claro, lo ven a León y quieren hacer lo que quieren, y también hay que enfrentarse a poner límites.

Pero cuánta exigencia que nos ponemos a nosotras mismas, que lo veo en esto de que en las redes te muestran como lo que deberías hacer y después, ahora que lo llevo a la guardería, me encuentro con familias que no le dieron BLW ni nada, y todavía hay nenes que comen papilla y que miran la televisión y vas al parque y están comiendo gusanitos. Como que ves otra realidad un poco más flexible.

No digo que le quiera dar gusanitos a mi hijo a las 10 de la mañana. Pero digo que hay otras realidades más allá de las que se muestran en las redes que son muy ideales, pero que te generan esa ansiedad de que lo podrías estar siempre haciendo mejor, por más de que te leas toda la información que sea. Por eso preguntaba. Porque a mí me pasa mucho esto de estar cuestionándome si estoy haciendo suficiente, más allá de lo laboral. Entonces tenés como esa doble presión porque también como que uno quiere ser la mejor madre posible.

[Miriam]
Sí, sí. Además también como que dedicamos mucho más tiempo a informarnos, a leer sobre esto, a buscar información, a ver vídeos, no sé qué. Es verdad que en otras épocas, pues quizás no era tan así. Igual le preguntabas más a tu madre.

[Anto]
Sí, a mí me pasó de que dije "bueno, listo". Ya tenía tantos libros que había leído y cursos y no sé qué... No me acuerdo exactamente, creo que Sarah debía tener nueve meses, una cosa así y yo dije "no, basta, necesito leer algo sobre tipografías, sobre diseño, sobre marketing, porque mi cabeza va a estallar" porque parecía una maestra jardinera. Entonces me acuerdo patente de decir "no, no, no, listo, a mis libros de mi mesita de luz. Esto tiene que cambiar" y saqué y puse los libros que todavía no había leído sobre diseño.

Porque también es un sin fin. Siempre sale un nuevo curso, siempre sale un nuevo libro, siempre crece y tiene una nueva etapa. Entonces nunca se termina. Nunca había fin. Porque pasaba eso, al principio y que empieza a caminar y que el comer y no sé qué. Entonces siempre un libro, un libro, un libro. Y me pasó ahora, la etapa de los caprichos y nos acercamos a los terribles dos años. Dije "bueno, debería estar leyendo sobre crianza". No, no, no, no, no puedo. Hasta acá llegue, dije yo, hasta que llegué, hago lo que puedo.


25:25 | La vuelta al trabajo

[Anto]
Volviendo a esa primera etapa de posparto. Volviste al poco tiempo.

[Miriam]
Sí, a las dos semanas.

[Anto]
¿Y cómo hiciste? ¿Empezaste a ir unas horas? ¿Empezaste a incorporarte a poco tareas o desde casa?

[Miriam]
Sí, venía unas horas por la mañana. Venía cuatro horas porque es cuando están las chicas del equipo y hacía unas tres, cuatro horitas y el resto desde casa luego por más tarde. Pero muy rápido, amplié horas y vine todo lo que pude porque al final también con equipo es diferente.

Tienes que estar, o sea, aunque ellas funcionen solas, pero hay muchas cosas que son dudas que si estoy aquí, se resuelven en un minuto. Y, si no, es un email, "no te entiendo qué me estás diciendo", "te paso una foto", "te lo explico". Al final se sentía que tenía que estar aquí.

Es verdad que yo tengo mucha suerte o lo hice muy bien en su día porque cogí el estudio a 300 metros de mi casa. O sea, estoy muy cerca, estoy en la misma calle. Entonces lo tengo muy fácil para si estoy aquí y la bebé se ponía aquí a llorar. Yo sabía que si me agobiaba, me iba, volvía, o sea, lo tenía bien organizado.

[Anto]
Yo creo que haría lo mismo si tengo una oficina, la haría, si pudiera, en el mismo edificio. Sería mi ideal. Ponerse las cosas cómodas, eso también me ayudó muchísimo a mí. Es como, bueno, esto que me está trabando o cómo puedo resolver esto y hacerlo lo más fácil posible, simplificarse, no estar complicándoselo más.

Creo que esas fueron decisiones buenas que tomaste en el sentido de no tener que estar perdiendo tiempo de viaje, poder estar ahí, porque al final es como decías, para mí siempre la dirección que hay, que sería tu caso, es el que da play.

Es como que cada una de las tareas vos vas y das el play para que la gente pueda empezar a trabajar. Das el ok con las cosas y eso es muy difícil de reemplazar. Hay que estar.


27:44 | El valor de lo que creamos

[Flor]
En definitiva, montaste tu estudio y querés estar ahí y poner tu impronta en lo que se está haciendo. Es medio difícil también soltar eso.

[Anto]
Sí, justamente desde este lado, desde el lado de que trabajando de forma independiente, uno, a comparación del trabajo, también me pasó con amigas alrededor de que trabajaban bajo dependencia y yo veía que, claro, se reincorporaban al trabajo y no pasó nada.

Ponen play y empiezan a trabajar y tienen su trabajo para hacer, su sueldo a fin de mes. Igual, en este caso, acá en República Checa es igual, no te bajan en sueldo ni nada. Incluso es hasta tres años la licencia. Entonces, cuando se reincorporan tienen el mismo sueldo, el mismo puesto, todo. Y que difícil trabajando de forma independiente, que eso no termina de suceder, porque es un poco también, nuestra presencia, al final, es lo que hace mover nuestro trabajo y nuestra ausencia a veces lo frena un poco.

¿Sentías un poco esta presión? Me imagino que tuviste que tomar la decisión de si crecer o no.

¿Y sentiste eso, como ese FOMO de "no, yo quiero estar acá y sostener ese subirme a esta ola de crecimiento"?

[Miriam]
Total. Claro, es que tampoco sabes cuántas de estas te van a venir, y era realmente grande. Yo tenía que hacerlo. O sea, al final el estudio ha sido mi proyecto de vida los últimos siete años.

Ahora he sido madre y es maravilloso, no lo cambio por nada, pero he trabajado muchísimo para el estudio y de repente ha pasado esto. ¿Ha sido este año todo? Pues bueno, ha venido como ha venido, pero no podía dejarlo pasar. Sí que por un momento lo pensé y lo valoré unas semanas y dije "oye, digo que no a proyectos, me quedo pequeñita", "sigo con una chica solo y yo o dos chicas y ya está y hacemos algo pequeñito", pero no, no, porque era el momento de crecer y ver si esto tiraba para arriba o no.

De hecho, antes de dar a luz, estaba mirando como otro local más grande para mudarnos y tal, y eso sí que dije "bueno, esto ya es que se me está yendo la cabeza porque no estoy consciente de lo que me va a venir, entonces vamos a quedarnos en el local donde estamos". Pero sí, claro, es que tienes que tomar ese tipo de decisiones, y cuando llegan en momentos así, críticos que además, claro, yo no había sido madre nunca, no sabía lo que me iba a venir.

Y amigas me contaban todo. Hay quien lo había llevado súper bien y tenía tiempo para estar en casa. Y aunque, bueno, la mayoría de mis amigas no son autónomas, son trabajadoras o las que son autónomas cuando fueron madre no eran autónomas. Entonces, tampoco tuve otras referentes, así como muy cercanas en esa situación. Pero claro, tenía que que tomar una decisión.

[Flor]
Bueno, y también tiene que ver con cómo ves vos tu estudio a futuro. O sea, ahora estás atravesada casi 100% por esto de la maternidad que te está modificando un montón de campos. Pero, ¿Qué te imaginás con el estudio futuro? ¿Y cómo va afectar eso en lo personal? ¿Cómo te ves en un par de años?

[Miriam]
Yo me veo mucho más ordenada. Yo espero ya ella en el cole o la guardería o lo que toque en ese momento, yo con mi horario un poquito más fijo, el estudio que siga creciendo, que al final es mi objetivo. Por eso este año, hasta siendo así de trágico, ha sido crítico para que, por lo menos los siguientes sean buenos y cada vez con más horas para dedicarle.

Y también aprendiendo delegar un poco porque ha sido todo como como que en un par de años ha pasado todo. Entonces, siento que vamos un poco como apagando fuegos, o por lo menos yo voy apagando fuegos y pasando a las chicas. "Chicas, hay que hacer esto, hay que hacer otro". No es como que tenemos un un sistema muy establecido.

Así que, bueno, me gustaría que pase más tiempo, no seguir apagando juegos, sino ya ir un poco cogiendo nuestro ritmo y que bueno, que el estudio siga creciendo, que ese es mi objetivo, cambiarnos a un sitio más grande, tener proyectos más grandes. Qué es lo que más me apetece. Yo me veo mucho más ordenada. Yo espero ya ella en el cole o la guardería o lo que toque en ese momento, yo con mi horario un poquito más fijo, el estudio que siga creciendo, que al final es mi objetivo. Por eso este año, hasta siendo así de trágico, ha sido crítico para que, por lo menos los siguientes sean buenos y cada vez con más horas para dedicarle.

Y también aprendiendo delegar un poco porque ha sido todo como como que en un par de años ha pasado todo. Entonces, siento que vamos un poco como apagando fuegos, o por lo menos yo voy apagando juegos y pasando a las chicas. "Chicas, hay que hacer esto, hay que hacer otro". No es como que tenemos un un sistema muy establecido.

Así que, bueno, me gustaría que pase más tiempo, no seguir apagando juegos, sino ya ir un poco cogiendo nuestro ritmo y que bueno, que el estudio siga creciendo, que ese es mi objetivo, cambiarnos a un sitio más grande, tener proyectos más grandes. Qué es lo que más me apetece.

[Flor]
Muchas veces con la maternidad como que se resigna lo laboral, y está bueno tener esta mirada de "bueno, yo fui madre, pero también aspiro a tener todo esto, y tengo ambición por mi trabajo" y me gusta mucho ese punto de vista. Podemos ser madres y además tener negocios que crecen, pueden ir las dos cosas en la mano.

[Miriam]
Sí. Además, no me apetece nada más en el mundo que enseñarle eso a mi hija, y que realmente me vea llevar una empresa -pues ya no te digo grande- pero una empresa mediana, que vea que su madre... No te voy a decir puede con todo, porque no tenemos que poder con todo. O sea veces se puede y a veces no, pero que es posible. No es como era un poco lo que yo me imaginaba: ser madre y como que se te acaba un poco ¿Sabes? Como que ya no voy a poder hacer esto que quería hacer. Ya voy a tener que posponerlo cinco años. Y bueno, pues quiero intentar que no, no lo sé, también os digo, ya lo explicaré de aquí a tres años, a ver a ver qué os digo.

[Anto]
No, no, no, pero es verdad que ya cuando van a guardería y cuando van al colegio, es más fácil. Por acá Sarah ya está yendo tres veces a la mañana a guardería y la verdad es que ya se ordenó muchísimo todo. Fue al principio difícil la adaptación, para todos, porque yo digo que también es una adaptación para los padres, pero sí después es verdad que se acomoda todo y es genial esto, como decía flor, mostrar este lado de que al final se puede.

No es que se puede con todo, como decías, sino que se puede encontrar un punto o un equilibrio, entender que también es una etapa, entender que no hay que resignar una cosa por la otra, porque también muchas veces escucho esto de que "no quiero pausar mi trabajo", entonces postergan y postergan y postergan la maternidad. Y es algo que te dicen "sí, quiero" pero bueno, la postergan y por algo que quizá es simplemente un orden. Creo que en tu caso tomaste buenas decisiones y fuiste ordenada, lo más que podías porque, como decimos, después nos encontramos con un desorden, un orden que nosotros tenemos que bueno ver cómo acomodar.

Pero si ya se previó eso, uno va tomando unas decisiones y se va organizando lo más que se pueda, creo que se va logrando un equilibrio. Y que hayas tenido también muy claro hacia dónde querías ir, creo que eso es lo que más te ayudó, saber que "este es mi estudio y lo voy a defender, y voy a ver qué es lo mejor que puedo hacer para sobrevivir, aunque sea, esta etapa". Me encanta. Me encanta eso. La verdad que es muy admirable.

[Miriam]
Muchas gracias. La verdad es que ahí también la pareja te tiene que que apoyar. O sea, tiene que ver la importancia de lo que estás haciendo y apoyarte. Porque a veces -o yo lo que veo en casas cercanos- es que nos hacemos muy pequeñas y enseguida es como, "bueno, como yo soy freelance, ya me bajo yo el ritmo, ya trabajo yo menos horas". Y yo en ese sentido, pues lo luché, pero tengo el apoyo de una pareja que se cambió el horario y dijo "bueno, pues yo me voy a trabajar a las siete de la mañana para venir a las tres y que tú a las tres tengas reuniones y puedas estar sin la niña para las reuniones", y bueno, organizarlo así, porque al final, siendo madre, mi opinión, por mucho que lo quieres hacer 50/50 no es viable. Porque, más si quieres dar el pecho y así, pues, era muy difícil dividirlo 50/50, pero bueno, por lo menos tener el apoyo lo máximo posible.

[Anto]
Sí, en lo que pueden ayudar. En eso estoy de acuerdo porque vivimos lo mismo de que necesitas el apoyo de la pareja, también a veces hasta para tener esa energía masculina de sacarte la culpa. A mí me funciona así, mi marido me ayuda a sacarme la culpa. "¿Por qué tienes culpa sobre esto? Si está conmigo, si está bien, andá a trabajar". Nosotras mismas, a veces nos hacemos chiquitas o nos ponemos esa culpa de madre, o vemos las cosas, el riesgo o el caos o esto de que "antes podía trabajar más", "antes le podía dedicar ocho horas, 10 horas".

Y ahora simplemente, en mi caso, fue como, "bueno, ¿qué cantidad de horas puedo? Esto. Bueno, intentemos que sacar el mayor provecho de esta cantidad de horas", y después se hará otra cosa o en el momento que se pueda, y saber que no es para siempre lo que estamos viviendo ahora.


37:08 | La maternidad real

[Flor]
Y también entender que no es cuestión de estar la mayor cantidad de tiempo posible. A mí, por momentos, me ponía mal estando todo el día con león, porque mi calidad va disminuyendo. Si yo tengo que estar todo el día maternando, ya al final del día, no le puedo dar lo mejor de mí. Y entonces, igual, aunque estuviera todo el día con él, terminaba mal porque decía "no es la manera en la que yo quiero". Prefiero tener apoyo y y que esté tiempo con otra persona o algo como para también que sea tiempo de calidad y poder hacer yo otras cosas, que eso también me parece que es bueno para el cerebro en los dos puntos. Te ayuda a a maternar mejor y a trabajar mejor, como que puedes poner foco en una cosa y en la otra.

[Miriam]
Total. Yo, de hecho, yo creo que para ti como madre y para el bebé, porque hoy, por ejemplo, que ha sido un día, que hacía mucho que no me pasaba, pero hoy no se lo ha podido quedar nadie, ni mi suegra ni mi madre, y se ha tenido que venir a trabajar toda la mañana conmigo.

Yo la veía como mal a ella por aburrida, porque claro, estaba aquí jugando con sus juguetes, pero sola. En cambio, si está con alguien, le están haciendo tonterías, están diciendo cosas, están por ella. Y yo estoy trabajando y mirándola, pero no es lo mismo. Así que realmente, aunque a mí me cuesta horrores separarme, me doy cuenta que es lo mejor para ella también.

[Anto]
Sí, y nos vamos acostumbrando. Yo, por ejemplo, mencionaste eso, lo de estar trabajando y estar viéndola, y me pasó que antes de ser madre, pensaba "yo trabajo acá la computadora y mientras es bebé la tengo acá sentadita en la sillita". Nunca pude. Creo que fueron muy pocas las veces, porque yo la miraba y le quería jugar. Son esas cosas que después, bueno, uno se va acostumbrando.

Después ya me pude acostumbrar. Tenía muy similar a como vos tenés ahí en el estudio, que vi en las historias, que tenés una cunita ahí al lado al lado de la compu. Al principio me costaba mucho trabajar en sus siestas porque era como, "no estoy siendo creativa ahora, no tengo ganas de ser creativa en este horario", pero uno se va acostumbrando también.

[Miriam]
Sí, sí, total. Además, a mí me pasaba cuando hablaba con otras amigas que no eran autónomas que claro, me decían "suerte que se ha dormido la siesta porque ahora conseguido arreglar un poco la casa o arreglar mis cosas" o yo que sé, cosas que tengan que hacer que sean fuera del bebé. Claro. Yo decía "si su rato de la siesta yo lo uso para trabajar, ¿Cuándo hago estas cosas que son de la vida diarias que hay que hacer?" Siendo muy flexible y no exigiéndote nada y ya está. Si está hecho, está hecho. Y si un día no está hecho, no está hecho.

[Flor]
Sí, eso. También aprender a mirar un poco menos alrededor.

[Anto]
Yo fingía demencia. No está pasando nada. No hay platos sucios al lado mío. ¿Te pasó entonces ese choque del caos al principio?

[Miriam]
Sí, sí, sí, sí. Y cuando era muy bebita yo iba por casa y era como que iba dejando cosas en todos lados. Aquí dejamos biberón, ahí dejaba un pañuelo, ahí dejaba un no sé qué, aquí la cambiaba y dejaba la toallita. Y luego cuando se dormía, iba recogiendo todas esas cosas. Cuando se dormía, tenía el dilema, y me sigue pasando, tengo el dilema de "tengo el ordenador, ¿trabajo o recojo?", porque claro, tengo hacer las dos cosas ¿que es más importante en ese momento? Entonces voy al ordenador, miro si hay cosas urgentes, hago lo más urgente, voy, recojo y voy como...

El otro día vi un TikTok que me reía muchísimo. Me sentí super identificada porque era como una madre que decía: "cuando pones a tu hijo a dormir y no sabes si van a ser dos minutos o dos horas y vas corriendo, haciéndolo todo". Y cuando ya lo tienes, como sigue dormido, bueno, ok, entonces me relajo y trabajo.

[Anto]
Sí, total. Igual quiero decirte que después ya se vuelven las siestas más constantes porque me pasaba lo mismo. Al principio, los primeros meses son inciertos. De repente, Sara dormía o 20 minutos o dormía una siesta de cuatro horas y nunca sabías qué era lo que iba a suceder. Eran esos extremos pero ahora ya es más constante y ya es más fácil. Así que después se vuelve un poco más fácil. Ya te aviso.

Bueno, me alegro mucho de haberte tenido en este episodio. Teníamos muchas ganas de de hablar un poco sobre esto, porque de mi parte me han escrito por Instagram preguntando o a veces, más al principio, cuando subía que empezaba a trabajar y tantos proyectos, me escribían, "¿pero cómo hacés? Tengo una bebé de la misma edad".

Cuando planteamos todos los temas con Flor para el podcast, nos parecía que este lado tenía que estar y nos encantó tenerte a vos por este motivo, porque siento que mostrás este ejemplo de que se puede, de que simplemente es tomar de buenas decisiones y saber hacia donde queremos ir.

Y no es resignar una cosa o la otra. Es simplemente todo el proceso que estuvimos hablando, todo este caos, pero abrazar todo esto e ir tomando las mejores decisiones posibles, ir adaptándose sabiendo que esto no es para siempre.

[Flor]
Y también saber que se puede crecer, pero bajar igual la exigencia. Creo que también ese es un punto importante. O sea, bajar la exigencia con nosotras mismas. Podemos querer el crecimiento y aspirar a eso y organizarnos para eso. Pero también está esto que decías, que a mí me pasa lo mismo, que te pones una lista de tareas para el día y después te das cuenta de que no llegas y bueno, no pasa nada.

O sea, ya nos vamos planificando para que las tareas no sean obligatoriamente para ese día. Y entonces nos aliviana un poco más la carga, como que están las dos cosas. Podemos crecer, pero también bajar la exigencia con nosotras.

[Anto]
Bueno, muchas gracias por estar en este podcast.

[Miriam]
Chicas, encantada de estar aquí con vosotras.

[Flor]
Y Miriam, ¿dónde te pueden seguir?

[Miriam]
En Instagram, cualquier cosa en Instagram: @coterie_studio.


¿TE HA GUSTADO EL EPISODIO O TE GUSTARÍA ESCUCHARLO LUEGO? GUÁRDALO EN PINTEREST


Detrás del Diseño es el espacio donde conversamos de todo aquello que sucede detrás de la pantalla para inspirar a diseñadores y creativos a construir y desarrollar sus negocios con confianza y claridad, porque creemos que las mentes creativas se potencian.

Sabemos que la pasión no es suficiente para tener éxito en el mundo del diseño y que el camino de crear tu propio negocio puede ser solitario y agotador.

Somos Anto Vico (@steptosquare) y Flor Godoy (@florenciagodoy.dg): diseñadoras, madres y dueñas de negocios creativos.

Síguenos en Instagram, @detrasdel.diseno, para unirte a la conversación. ¡Queremos conocerte!

Anterior
Anterior

EPISODIO #011. A NUESTRAS IMPOSTORAS, CON AMOR

Siguiente
Siguiente

EPISODIO #009. LA MAGIA DE DISEÑAR TU PROPIA RUTINA